Escasean las razones

Te pavoneas con aleatoriedad, ya no respondes a rutinas
como en los nacientes días que me interpelabas
con la precisión de quien se debe a una retórica.

Huyeron una a una las razones,
las del check list de detrás de la puerta.
Ahora luce intacta, la lista, como si nunca se le hubiera señalado.
Así que me planteé inventar nuevas,
ya sabes, con base en el repositorio mundial de razones para que te quedes,
cuál fue mi sorpresa al encontrar al pobre inhumanamente saqueado.

Así es que ahora escasean las razones.

Pero no me tomes por resignada y permisiva,
ya le he advertido a tus pasos
que sus visitas clandestinas y sin previo aviso
tendrán su respectivo correctivo.




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